Decisiones dolororosas

No es fácil tomar la decisión de prescindir de una persona dentro de la empresa, y menos aún cuando esa persona lleva con nosotros bastante tiempo y es apreciada personal y profesionalmente, como era el caso de Óscar Navarro.

Pero por otro lado no es responsable mantener en su cargo a alguien que, con criterios acertados o no, no está completamente alineado con las políticas, cultura y valores de la empresa.

No es importante el debate sobre si se tiene o no razón, la cuestión, es que no está empujando en el mismo sentido que el resto de la empresa, y en este caso se está frenando la consecución de los objetivos de todos nosotros. Más aún cuando se debería formar, no ya parte, sino hacer piña, codo con codo, con el equipo directivo para alcanzar estos objetivos.

A muchos les habrá sorprendido, es normal, porque no es habitual que esto ocurra en los altos niveles de la empresa, pero no es algo que venga de nuevas. Se han hecho durante mucho tiempo, esfuerzos para encauzar esta situación. ¿Los suficientes? Pues nunca se sabe, es posible que hubiera habido alternativas, que se podía haber dado otra oportunidad, explicado una vez más, de una forma diferente, es posible pero ¿Cuando se han dado los pasos suficientes?¿Cuando hay que cortar? En algún momento tenemos que tomar la decisión, por que la situación era ya insostenible y estaba menguando la motivación y el entusiasmo de demasiada gente hasta límites insospechados.

Si he tomado esta decisión es por que creo que es la mejor para ENCAMINA y por tanto para todos, ¿Y si me he equivocado? Pues pagaré el precio que corresponde por ello, como lo paga, tarde o temprano, todo el que se ha equivocado. Y en cualquier caso aprenderemos de esto.

La alineación de todos y cada uno de nosotros con la dirección marcada por nuestra misión, visión, cultura, valores, estrategia, políticas y planes es fundamental para sobrevivir en este mundo cambiante. Si alguien no lo está, debe corregir o está sobrando. Los demás tenemos la responsabilidad de apear de nuestro barco a todo aquel que no rema hacia el mismo sitio que los demás.