Desencantado con la economía valenciana.

Sería porque era la primera vez que acudía a la Noche de la Economía Valenciana y a los correspondientes premios de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Valencia, pero me quede un poco desencantado cuando vi tanto las categorías de los mismos como algunas de las empresas premiadas.

Y no es que tenga nada en contra de ninguna de ellas, con toda seguridad son empresas ejemplares y excelentes que merecen esos premios y muchos más. Lo que me causo desazón es que ninguna empresa de nuestro sector, el de las Tecnologías de la Información, tuviera un reconocimiento, cuando en cambio fueron premiadas, por ejemplo, dos empresas del sector inmobiliario.

Ya sé que el sector inmobiliario ha sido la punta de lanza de nuestro crecimiento en los últimos años y que con toda seguridad volverá a ser un puntal de nuestra economía en el futuro, pero también necesitamos poner en valor otros sectores con capacidad de crecimiento actual y con influencia en la mejora de la productividad del tejido empresarial.

Yo percibo estos momentos que estamos viviendo como los de una apasionante revolución social y económica, donde el desarrollo de Internet, los social media o la sociedad del conocimiento están transformando de una forma radical el mundo global en el que vivimos, y sin embargo me encuentro que la realidad cercana con la que convivo es la de no hacer ninguna referencia, como si ignorándolo fuera a evitar que todo esto ocurriera.

Por supuesto la responsabilidad de que el sector TIC no sea visible en nuestra sociedad, por nuestra administración o incluso por el mundo empresarial es en gran parte nuestra que no hemos sido capaces de ponerlo en valor pese a representar cerca del 5% en términos de PIB.

Está bien premiar al comercio, la construcción, la artesanía o la empresa familiar, pero que con las necesidades que innovación y mejora de la productividad que tenemos no se haga siquiera una mención a las TIC que sin lugar a dudas constituyen hoy en día el factor individual más importante para el desarrollo de una economía competitiva me parece cuando menos preocupante